miércoles, 6 de octubre de 2010

Habituándome a mi nueva casa

En estos días mi vida ha sufrido diversos cambios, yo estaba tan tranquila con mis hermanitos, cuando de pronto me encontré entre las manos de una persona que me miraba con cara de felicidad y me decía bonita y preciosa, después de lo cual me metió en una mochila y me llevó de paseo en tren. La verdad es que yo estaba espantadísima.
Cuando me dejaron salir de la mochila yo ya tenía claro que me iba a defender con uñas y dientes de cualquiera que se me pusiera por delante, y así lo hice, unas cuantas dentelladas bien dadas dejarían las cosas claras.
Después de las presentaciones y alguna gotilla de sangre ajena, me metieron en mi nueva jaula y me dieron la cena, unos suculentos bocados de pollo me  tranquilizaron un poco los ánimos e hicieron que después de tanto estrés me relajase un poco…. y claro está caí rendida de sueño.
En los días sucesivos, aunque estaba mas tranquila ya que no me faltaba nada, continué un poco a recordar a mi anfitriona que tengo dientes y sé usarlos, pero ella optó por ponerse unos guantes y he tenido que claudicar y dejarme manosear.
Encima me llevó al veterinario para mi primera vacuna y como allí me comporté bien, ahora me coge sin guantes…. aunque aún se me escapa algún que otro mordisquillo.

1 comentario:

Maribel Sánchez dijo...

"continué un poco a recordar a mi anfitriona que tengo dientes y sé usarlos,"

El viernes hablamos de esto que te he copiado aquí.

Bien Ff! bien, ve dejando que te manoseen que pronto me toca a mi.